Original/Claude, Alcázar/Rating T.

abril 13, 2010

Título: Iudicium habere
Fandom: Original.
Personajes/Pairing:Claude, Alcázar.
Comunidad: 44. Museo. Tabla experta. Menteoriginal.
Fragmento: ¿Cómo? El castillo del señor Andrew tiene un círculo de protección, ¿verdad? Si es así, ¿cómo has hecho para…?

Iudicium habere

Oscuridad. Ataduras. Claude había estado en situaciones como esta antes. Unos mafiosos intolerantes, cincuenta años antes. La Santa Inquisición, doscientos y algo. Unos Alquimistas novatos con un grimorio que tenía un pentagrama apto para inmovilizarle. Piratas con un leño. Una princesa rencorosa. Ningún precedente exacto. Varios suspendidos en las paredes imaginarias de una galería de museo que Claude ha preparado para que haga alegóricamente de memoria.

-¿Alcázar?-Llamó, a sabiendas de que esa energía, su fuente, se encontraba por allí, más allá de la oscuridad en la que se sumía, incómodo, contenido por cadenas. Sentía magulladuras en el pecho y la cabeza pesada, pero no necesariamente por un golpe. Aún no se ubicaba.

-¿Podría ser otro?-Estaba de humor irónico y Claude a su merced. Las pesadillas de más de un siglo se materializaron.

-¿Cómo? El castillo del señor Andrew tiene un círculo de protección, ¿verdad? Si es así, ¿cómo has hecho para…?-Las palabras salían en tropel. Balbuceaba, su acento hacía borboteos contra su lengua. Alcázar sacudió la cabeza. El flequillo le cubría la cara, que se notaba flaca y los ojos furiosos pero contentos, asomando. En cierto modo se agradecía que las cicatrices no estuvieran a la vista. Llevaba un traje que parecía húmedo, raído, dos o tres tallas más grandes de lo que un hombre de su complexión hubiera necesitado. Parecía disfrazado para salir a escena, en donde interpretaría a un mendigo loco, una pobre víctima de un mago, más que este último. Del bolsillo del chaquetón sacó la pata del animal maldito y la respiración de Claude se cortó, al reconocerlo. Hubiera esperado más elaboración por parte de un tipo como Alcázar, pero si se trataba de vengarse a secas, eso no estaba nada mal. El terror le impidió sonreír, sin embargo.

Deja un comentario