Rozen maiden/Shinku, Suigintou, Jun x Tomoe, Megu/Rating K+.

enero 6, 2011

-Puede que la gloria sea efímera, pero el anonimato es eterno. 30vicios. Tabla Murphy.

Sturm silber

Shinku levanta los ojos, al escuchar el reloj que da las doce. A nosotros, los espectadores mimetizados con el ambiente, nos sorprendería la fuerza del color, pero a ella no, puesto que ha vivido en esa casa durante media década.

Y es que hay rojo por todas partes: parece sangre fluyendo de una hemorragia. Shinku tira de los pliegues de su vestido carmín, para deshacer las arrugas formadas durante su sueño. Las copas de vino continúan vacías sobre la mesa. Tal vez Tomoe se ha retrasado en la tienda y Jun sigue en el interior del taller, trabajando en soledad. Shinku enciende las velas con su mente, casi consumado el atardecer y llegada la hora de la cena romántica prometida por la esposa de su sirviente. Toma asiento cerca del fuego, donde hay una mesa de juguete preparada especialmente para ella. Dos almohadones dispuestos, dos tazas, una tetera humeante especialmente grande, además de un montón de galletitas, tanto más de lo que Shinku suele llevar a su boca de rojiza. El mapa de la India que Tomoe estuvo trazando descansa a sus pies. La superficie del espejo comienza a temblar. Líneas de luz púrpura lo atraviesan. Shinku sonríe cuando ve la melena plateada derramándose en el limbo. Su hermana exótica. El cuarto se llena de luces doradas, siempre que tiene el gusto de compartir ambiente con ella.

Shinku sonríe y comenta que le alegra ver a Suigintou, olvidándose por completo de llamarle la atención por los cinco minutos de retraso que lleva. Están en buenos términos y no quiere ofenderla. Probablemente sea a causa de la diferencia horaria en el país de su médium. Claro que sí. Corre con la frente alzada y los ojos llenos de de dulzura a abrazarle. Suigintou luce tan mayor. ¡Pensar que la primera vez que la vio, se arrastraba por el suelo como una bebé humana!

Deja un comentario